Sellos internacionales de plata
Los sellos internacionales de plata son un conjunto de marcas que se estampan en las piezas de plata para indicar su calidad, origen y antigüedad. Estos sellos se han utilizado durante siglos en varios países y regiones para garantizar que los objetos de plata se identifiquen y valoren con precisión. Los sellos ayudan a prevenir el fraude y a proteger a los clientes, y además proporcionan información valiosa sobre las piezas.
La historia de los sellos de plata se remonta al siglo XIV, cuando se introdujo el primer sistema de sellos en Francia. Pronto siguieron su ejemplo otros países, entre ellos Inglaterra, Escocia, Alemania y Austria.
Con el tiempo, estos sistemas fueron evolucionando y se hicieron más complejos, incorporando marcas adicionales para indicar el año de fabricación, la marca del platero y la oficina de ensayo donde se probó y marcó la pieza. Estas marcas pueden resultar muy útiles para coleccionistas e historiadores que estén tratando de identificar y datar piezas de plata antiguas.
Uno de los sellos de plata internacionales más utilizados es el de “925”, que indica que la pieza está hecha de plata de ley. La plata de ley es una aleación de 92,5 % de plata pura y 7,5 % de otros metales, normalmente cobre. La plata es relativamente blanda, por lo que necesita la adición de otro metal para que sea lo suficientemente estable y sólida para su uso. Esta aleación se utiliza habitualmente en joyería, cubertería y otros objetos decorativos.
Otros países pueden tener sus propios estándares de pureza de plata, como la marca "800" utilizada en Alemania, que indica un contenido de plata del 80%.
Uno de los desafíos de interpretar los sellos internacionales de plata es que las marcas a menudo varían de un país a otro. Por ejemplo, en los Estados Unidos, los objetos de plata pueden tener una marca del fabricante, una marca de calidad (como "Sterling") y una marca de patente o marca registrada, pero no existe una marca de ensayo oficial del gobierno. En cambio, en el Reino Unido, los objetos de plata deben probarse y marcarse en una oficina de ensayo aprobada por el gobierno que utiliza un conjunto específico de marcas para indicar la pureza, la fecha y el origen de la plata.
La próxima vez que adquiera un artículo de plata, observe los sellos distintivos que tiene; podrá descubrir mucho sobre su historia.